Las iglesias del distrito de Vallecas se encuentran divididas ante la decisión del arzobispado de Madrid de cerrar la iglesia San Carlos Borromeo.
La Iglesia de San Carlos Borromeo es la iglesia de la discordia. Ahora resulta que según el arzobispado madrileño este templo “no sigue el buen camino marcado por Dios”.
Situada en el barrio madrileño de Entrevías (distrito de Vallecas), esta iglesia se ha convertido, en plena Semana Santa, en el centro de toda la polémica.
El arzobispado de Madrid, capitaneado por el cardenal Antonio Rouco Varela, ha levantado en cólera a conocer que esta iglesia “no sigue las directrices que marca el catolicismo”.
Esta iglesia lleva ayudando a los marginados, gente con problemas sociales y creyentes en la fe cristiana durante más de 25 años, pero por lo visto no es suficiente para nuestra religión.
La intención de la cúpula es cerrar la iglesia cediendo el edificio a Cáritas, pero tienen en contra a todos los ciudadanos del barrio y miles de apoyos que han recibido en esta última semana.
Ayer, Domingo de Resurrección se celebró, como todos los años, la misa de Pascua, pero este año con mucha más afluencia de gente. Nadie quería perderse la cita a la misa dando así, también, su apoyo y respeto a todas las personas que llevan a cabo esta obra social.
Ha día de hoy se desconoce si la iglesia podrá seguir realizando sus misas y proyectos de ayuda a los más desfavorecidos o, por el contrario, tendrán que recoger sus pequeñas pertenencias y muchas ilusiones y trasladarse a otro edificio. Lo que queda claro es que se podrán mudar de templo pero, como ellos mismos defienden, no van a terminar con la fe que estos cristianos tienen. La jerarquía eclesiástica no podrá con las buenas intenciones y devociones de los párrocos y fieles.
La Iglesia de San Carlos Borromeo es la iglesia de la discordia. Ahora resulta que según el arzobispado madrileño este templo “no sigue el buen camino marcado por Dios”.
Situada en el barrio madrileño de Entrevías (distrito de Vallecas), esta iglesia se ha convertido, en plena Semana Santa, en el centro de toda la polémica.
El arzobispado de Madrid, capitaneado por el cardenal Antonio Rouco Varela, ha levantado en cólera a conocer que esta iglesia “no sigue las directrices que marca el catolicismo”.
Esta iglesia lleva ayudando a los marginados, gente con problemas sociales y creyentes en la fe cristiana durante más de 25 años, pero por lo visto no es suficiente para nuestra religión.
La intención de la cúpula es cerrar la iglesia cediendo el edificio a Cáritas, pero tienen en contra a todos los ciudadanos del barrio y miles de apoyos que han recibido en esta última semana.
Ayer, Domingo de Resurrección se celebró, como todos los años, la misa de Pascua, pero este año con mucha más afluencia de gente. Nadie quería perderse la cita a la misa dando así, también, su apoyo y respeto a todas las personas que llevan a cabo esta obra social.
Ha día de hoy se desconoce si la iglesia podrá seguir realizando sus misas y proyectos de ayuda a los más desfavorecidos o, por el contrario, tendrán que recoger sus pequeñas pertenencias y muchas ilusiones y trasladarse a otro edificio. Lo que queda claro es que se podrán mudar de templo pero, como ellos mismos defienden, no van a terminar con la fe que estos cristianos tienen. La jerarquía eclesiástica no podrá con las buenas intenciones y devociones de los párrocos y fieles.
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